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Marco, ética y confidencialidad
Cada invitación es una práctica en la que el respeto y la comprensión del marco son esenciales.
El espacio que ofrezco es sagrado y no sexual.
El cuerpo y la intimidad se honran con delicadeza e integridad, creando un espacio de conexión auténtica.
El contacto físico es unidireccional, lo que garantiza un entorno seguro y cómodo.
No se trata de un masaje erótico con «final feliz».
Las sesiones se desarrollan en un marco estrictamente confidencial.
Marco, ética y confidencialidad
Cada invitación es una práctica en la que el respeto y la comprensión del marco son esenciales.
El espacio que ofrezco es sagrado y no sexual.
El cuerpo y la intimidad se honran con delicadeza e integridad, creando un espacio de conexión auténtica.
El contacto físico es unidireccional, lo que garantiza un entorno seguro y cómodo.
No se trata de un masaje erótico con «final feliz».
Las sesiones se desarrollan en un marco estrictamente confidencial.
Preguntas frecuentes
¿A quién van dirigidas estas sesiones?
Mis acompañamientos están abiertos a todas las personas mayores de edad, solteras o en pareja, principiantes o iniciadas.
No es necesario tener experiencia previa en tantra, masajes o desarrollo personal.
Lo esencial es venir con la intención sincera de reconectarse con uno mismo, con el cuerpo, con la respiración, con la intimidad.
¿Cómo se desarrolla una sesión?
Cada sesión comienza con un momento de bienvenida e intercambio (aproximadamente 15 minutos) para establecer una intención.
A continuación, llega el momento de la práctica o el masaje, seguido de un momento de integración y retorno a uno mismo.
¿Qué es el tantra?
El tantra es un antiguo camino espiritual que invita a honrar la vida en todas sus dimensiones.
Es un arte de la presencia, una exploración consciente del cuerpo, la energía y la respiración, un camino hacia la unidad entre el cuerpo, el corazón y la conciencia.
Más que una práctica centrada en el rendimiento, el tantra nos enseña a ralentizar, sentir y escuchar.
Nos recuerda que cada experiencia, cada respiración, cada contacto puede convertirse en un espacio de transformación y comunión con lo sagrado.
En el enfoque que propongo, inspirado en el tantra tradicional y cachemir, el cuerpo se considera un templo viviente, un lugar de despertar y profundo conocimiento de uno mismo.
A través del tacto, el movimiento, la respiración y la presencia, abrimos un espacio de reconexión con nuestra esencia y con la simple belleza de estar vivos.